martes, 21 de junio de 2011

cultura


Cultura
También es en el contexto de la Ilustración cuando surge otra de las clásicas oposiciones en que se involucra a la cultura, esta vez, como sinónimo de la civilización. Esta palabra aparece por primera vez en la lengua francesa del siglo XVIII, y con ella se significaba la refinación de las costumbres. Civilización es un término relacionado con la idea de progreso. Según esto, la civilización es un estado de la Humanidad en el cual la ignorancia ha sido abatida y las costumbres y relaciones sociales se hallan en su más elevada expresión. La civilización no es un proceso terminado, es constante, e implica el perfeccionamiento progresivo de las leyes, las formas de gobierno, el conocimiento. Como la cultura, también es un proceso universal que incluye a todos los pueblos, incluso a los más atrasados en la línea de la evolución social. Desde luego, los parámetros con los que se medía si una sociedad era más civilizada o más salvaje eran los de su propia sociedad. En los albores del siglo XIX, ambos términos, cultura y civilización eran empleados casi de modo indistinto, sobre todo en francés e inglés (Thompson, 2002: 186).
Es necesario señalar que no todos los intelectuales franceses emplearon el término. Rousseau y Voltaire se mostraron reticentes a esta concepción progresista de la historia. Intentaron proponer una versión más relativista de la historia, aunque sin éxito, pues la corriente dominante era la de los progresistas. No fue en Francia, sino en Alemania donde las posturas relativistas ganaron mayor prestigio. El término Kultur en sentido figurado aparece en Alemania hacia el siglo XVII -aproximadamente con la misma connotación que en francés. Para el siglo XVIII goza de gran prestigio entre los pensadores burgueses alemanes. Esto se debió a que fue empleado para denostar a los aristócratas, a los que acusaban de tratar de imitar las maneras "civilizadas" de la corte francesa. Por ejemplo, Immanuel Kant apuntaba que "nos cultivamos por medio del arte y de la ciencia, nos civilizamos [al adquirir] buenos modales y refinamientos sociales" (Thompson, 2002: 187). Por lo tanto, en Alemania el término civilización fue equiparado con los valores cortesanos, calificados de superficiales y pretenciosos. En sentido contrario, la cultura se identificó con los valores profundos y originales de la burguesía (Cuche, 1999:13).
En el proceso de crítica social, el acento en la dicotomía cultura/civilización se traslada de las diferencias entre estratos sociales a las diferencias nacionales. Mientras Francia era el escenario de una de las revoluciones burguesas más importantes de la historia, Alemania estaba fragmentada en múltiples Estados. Por ello, una de las tareas que se habían propuesto los pensadores alemanes era la unificación política. La unidad nacional pasaba también por la reivindicación de las especificidades nacionales, que el universalismo de los pensadores franceses pretendía borrar en nombre de la civilización. Ya en 1774, Johann Gottfried Herder proclamaba que el genio de cada pueblo (Volksgeist) se inclinaba siempre por la diversidad cultural, la riqueza humana y en contra del universalismo. Por ello, el orgullo nacional radicaba en la cultura, a través de la que cada pueblo debía cumplir un destino específico. La cultura, como la entendía Herder, era la expresión de la humanidad diversa, y no excluía la posibilidad de comunicación entre los pueblos.
Durante el siglo XIX, en Alemania el término cultura evoluciona bajo la influencia del nacionalismo.1 Mientras tanto, en Francia, el concepto se amplió para incluir no sólo el desarrollo intelectual del individuo, sino el de la humanidad en su conjunto. De aquí, el sentido francés de la palabra presenta una continuidad con el de civilización: no obstante la influencia alemana, persiste la idea de que más allá de las diferencias entre "cultura alemana" y "cultura francesa" (por poner un ejemplo), hay algo que las unifica a todas: la cultura humana

Que es un debate


El Debate fue un periódico diario y matutino español de orientación católica, publicado en Madrid entre octubre de 1910 y julio de 1936. Fue el periódico católico más importante de su tiempo en España.
Fue fundado por Guillermo de Rivas durante la controversia originada por el denominado proyecto de Ley del Candado, que prohibía la creación de más órdenes religiosas en España. Apareció el 1 de octubre de 1910 con el subtítulo de Diario de la Mañana Católico e Independiente. Tras una gestión poco exitosa durante sus primeros meses fue vendido en junio de 1911 a Santiago Mataix, propietario de la revista El Mundo, quien a su vez, en el mes de octubre, lo vendió a una sociedad formada por la Editorial Vizcaína y la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNdP) (representada ésta por Ángel Herrera Oria),1 aportando cada una de las dos partes 50.000 pesetas. Herrera Oria fue el director del periódico desde el 1 de noviembre de 1911 hasta 1933 (cuando fue sucedido por Francisco de Luis). En 1912, la Editorial Vizcaína abandonó el diario en favor de la ACNdP, la cual se hizo con el control absoluto del periódico y creó, inmediatamente después, La Editorial Católica.
Ideológicamente, era muy conservador y clerical, mientras que periodísticamente era muy moderno. Importó técnicas periodísticas de los Estados Unidos (sus fundadores se habían formado en la Universidad de Columbia, en Nueva York) y en 1926 abrió la primera Escuela de Periodismo de España, refundada en 1960 como Escuela de Periodismo de la Iglesia. Fue el primer periódico con información deportiva.
Durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) apoyó la censura previa para proteger los valores religiosos, morales y jurídicos. Al proclamarse la Segunda República, el periódico mostró su acatamiento al nuevo régimen, a pesar del malestar de muchos de sus lectores monárquicos. Durante la Segunda República (1931-1936) el gobierno suspendió su actividad en varias ocasiones. Perteneciente al mismo entorno del que surgió Acción Popular, era el medio de expresión oficioso de su sucesor, la CEDA, la coalición derechista que ganó las elecciones en 1933. En 1935, La Editorial Católica adquirió una moderna rotativa, situada en el número 4 de la calle de Alfonso XI, en la que se pasó a imprimir El Debate y un periódico de nueva creación, el vespertino Ya. Se calcula que en 1931 tenía una tirada diaria entre los 60.000 y 80.000 ejemplares y en 1936, de unos 80.000 ejemplares, aumentando en años posteriores hasta alcanzar unos 200.000.1 2
El último número de El Debate salió a la calle el 19 de julio de 1936. Ese mismo día, el gobierno de la República divulgó a través de Unión Radio la incautación del periódico:3
Los periódicos Ya, El Debate, Informaciones, El Siglo Futuro y ABC han sido incautados por el Gobierno, pasando a ser propiedad del Estado. Se ha encargado de la dirección y redacción de dichos periódicos a periodistas de reconocida filiación republicana. El pueblo debe respetar dicha propiedad, que ha dejado de ser particular. Los periódicos serán publicados en todo conforme al régimen republicano.
De esta forma, las instalaciones donde se imprimían los periódicos de La Editorial Católica fueron confiscadas por diversos integrantes delFrente Popular. Mundo Obrero, el portavoz del Partido Comunista de España, fue impreso utilizando el material de Ya, en tanto que Política, el órgano de comunicación de Izquierda Republicana, se quedó con el de El Debate.2
Tras la Guerra, a pesar de que un grupo de sus antiguos redactores y alumnos de la Escuela de Periodismo dirigidos por Nicolás González Ruiz lanzaron un número especial de El Debate el 28 de marzo de 1939, inmediatamente después de la entrada de las tropas franquistas en la capital, la dictadura no permitió su restablecimiento y La Editorial Católica debió relanzar Ya, de menor significación política que El Debate, que fue así el auténtico heredero de El Debate.


Violencia en el noviazgo

Según la Organización Mundial de la Salud, 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo. Por otro lado muchas de las mujeres que son maltratadas durante el matrimonio vivieron violencia en el noviazgo.
En nuestro país el 76 por ciento de los mexicanos de entre 15 y 24 años con relaciones de pareja, han sufrido agresiones psicológicas, 15% han sido víctima de violencia física y 16 por ciento han vivido al menos una experiencia de ataque sexual. (Datos obtenidos de la encuesta realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud).
Los estudios realizados indican:
- La edad en que son más vulnerables a la violencia es en la adolescencia.
- Es una situación que se mantiene en silencio porque la gran mayoría considera que son conductas normales, que no aumentarán y no se atreven a denunciar.
- Es más común que la ejerzan los hombre, sin embargo las mujeres también utilizan formas de control como la manipulación y el chantaje.
- Puede darse al poco tiempo de iniciar el noviazgo, después de algunos meses o años y seguramente continuará en caso de que lleguen a casarse.
- Esta situación se da en todos los estratos sociales aunque es mayor en las áreas urbanas.
- Una pareja violenta es muy probabale que tenga antecedentes de violencia en su familia y su conducta no cambiará espontáneamente.
- Inicia con la violencia psicológica después se pasa a la física y luego a la sexual.

La violencia en una relación de pareja se refiere a toda acción u omisión que daña tanto física, emocional como sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias que van desde el ataque a su autoestima, los insultos, el chantaje, la manipulación sutil o los golpes.
Al principio algún comentario incómodo, un jaloneo o una bofetada puede parecer como parte del juego entre los dos, pero luego puede tomar dimensiones tan grandes que incluso se llega a la hospitalización o la muerte.
La pareja no se da cuenta de la situación que esta viviendo porque hay factores a su alrededor que les impiden ver el rumbo que esta tomando la relación; el estar enamorados no les permite pensar objetivamente por lo que no se dan cuenta que estan ejerciendo violencia sobre su pareja o son víctimas de esta.
Cuando nos enamoramos idealizamos a nuestra pareja y nos creemos capaces de superar esa "mala racha", tolerarla e incluso perdonar "sus arrebatos", porque después de todo pensamos que si nos tratan o tratamos de cierta manera es por amor, sin embargo es preciso tener en cuenta que los novios no deben confundir maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja.

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